Un hombre rico le pidió una vez a Sengai que escribiese unos versos para la prosperidad de su familia. Un símbolo que pudiera ser pasado de generación en generación.
Sengai tomo una gran hoja de papel y escribió:
- El padre muere, el hijo muere, el nieto muere.
El hombre rico se enfadó muchíssimo:
- ¡Te he pedido que escribas algo para la felicidad de mi familia! ¿Porqué te ries de mi?
- No pretendía reirme de ti – explicó Sengai - Si antes que tu mueras lo hiciese tu hijo, esto te causaría gran dolor. Si tu nieto muriese antes que tú y tu hijo, a ambos os partiría el corazón. Si en tu familia, generación tras generación muriesen en el orden que he escrito, seguirían el curso natural de la vida. Yo a esto lo llamo prosperidad.
Cuentro Tradicional Zen
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