En el siglo XV vivió el monje más famoso de todo Japón, Ikkyu, hijo ilegítimo del centésimo emperador. El príncipe de la provincia decidió dar una gran fiesta y le dijo a Ikkyu que le reservaba un lugar a su lado.
Ikkyu apareció vestido de mendigo y fue expulsado por el príncipe. Volvió con buenas vestimentas, se las quitó y las dejó en la silla.
-“¿Qué estás haciendo?” preguntó el príncipe.
-“Te había entendido mal, pensaba que me habías invitado a mí, pero invitaste a mi vestimenta, así que aquí la dejo” respondió Ikkyu.
Ikkyu apareció vestido de mendigo y fue expulsado por el príncipe. Volvió con buenas vestimentas, se las quitó y las dejó en la silla.
-“¿Qué estás haciendo?” preguntó el príncipe.
-“Te había entendido mal, pensaba que me habías invitado a mí, pero invitaste a mi vestimenta, así que aquí la dejo” respondió Ikkyu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario