La mente sin perdón está llena de temores y no deja sitio al amor, no le deja espacio para abrir sus alas y remontarse por encima del tumulto mundano. La mente sin perdón esta triste, sin esperanza de consuelo y liberación del dolor. Sufre y mora en el abatimiento atisbando en las tinieblas, sin poder ver pero segura de que el peligro la acecha.
La mente sin perdón es atormentada por la duda, confusa de si misma y de todo lo que ve, temerosa y agresiva, débil y balbuceante, con miedo de marchar y miedo de detenerse, con temor de estar despierta y temor de dormir, aterrorizada por los sonidos y aterrorizada por el silencio, temerosa de la penumbra y más temerosa al acercarse la luz. ¿Qué puede percibir la mente sin perdón mas que la condenación? ¿Qué puede contemplar más que la prueba de que todos sus pecados son reales?
La mente sin perdón no percibe errores, solo culpas. Ve al mundo con ojos ciegos y lanza un grito al contemplarse a si misma agrediendo la miserable parodia de vida que ha creado. Quisiera vivir pero preferiría morir. Anhela el perdón pero no ve esperanza. Quiere acabar pero es impotente al ver culpa y pecado en todo.
La mente sin perdón se encuentra abatida, sin concebir un futuro que le ofrezca nada mas que la desesperanza. Considera su juicio del mundo como irreversible. Y no comprende que es ella quien se ha condenado a si misma. Piensa que no puede cambiar pues lo que ella ve es testimonio de que su juicio es correcto. No pregunta, porque cree saber. No cuestiona, por estar segura de que está en lo correcto.
Un Curso de Milagros
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La mente sin perdón es atormentada por la duda, confusa de si misma y de todo lo que ve, temerosa y agresiva, débil y balbuceante, con miedo de marchar y miedo de detenerse, con temor de estar despierta y temor de dormir, aterrorizada por los sonidos y aterrorizada por el silencio, temerosa de la penumbra y más temerosa al acercarse la luz. ¿Qué puede percibir la mente sin perdón mas que la condenación? ¿Qué puede contemplar más que la prueba de que todos sus pecados son reales?
La mente sin perdón no percibe errores, solo culpas. Ve al mundo con ojos ciegos y lanza un grito al contemplarse a si misma agrediendo la miserable parodia de vida que ha creado. Quisiera vivir pero preferiría morir. Anhela el perdón pero no ve esperanza. Quiere acabar pero es impotente al ver culpa y pecado en todo.
La mente sin perdón se encuentra abatida, sin concebir un futuro que le ofrezca nada mas que la desesperanza. Considera su juicio del mundo como irreversible. Y no comprende que es ella quien se ha condenado a si misma. Piensa que no puede cambiar pues lo que ella ve es testimonio de que su juicio es correcto. No pregunta, porque cree saber. No cuestiona, por estar segura de que está en lo correcto.
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