El Mantra Secreto

El devoto se arrodilló para ser iniciado en el discipulado, y el gurú le susurró al oído el sagrado "mantra", advirténdole que no se lo revelara a nadie.
- "¿Y qué ocurrirá si lo hago?", preguntó el devoto.
- "Aquel a quien revelare el mantra, le dijo el gurú, quedará libre de la esclavitud de la ignorancia y el sufrimiento; pero tú quedarás excluido del discipulado y te condenarás".
Tan pronto hubo escuchado aquellas palabras, el devoto salió corriendo hacia la plaza del mercado, congregó a una gran multitud en torno a él, y repitió a voz en cuello el sagrado mantra para que lo oyeran todos.  Los discípulos se lo contaron más tarde al gurú y pidieron que aquel individuo fuera expulsado del monasterio, por desobediente.
El gurú sonrió y dijo:
- "No necesita nada de cuanto yo pueda enseñarle. Con su acción ha demostrado ser un gurú con todas las de la ley".
      

Anónimo Hindú
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Cuando no perdono

La mente sin perdón está llena de temores y no deja sitio al amor, no le deja espacio para abrir sus alas y remontarse por encima del tumulto mundano. La mente sin perdón esta triste, sin esperanza de consuelo y liberación del dolor.  Sufre y mora en el abatimiento atisbando en las tinieblas, sin poder ver pero segura de que el peligro la acecha.
La mente sin perdón es atormentada por la duda, confusa de si misma y de todo lo que ve, temerosa y agresiva, débil y balbuceante, con miedo de marchar y miedo de detenerse, con temor de estar despierta y temor de dormir, aterrorizada por los sonidos y aterrorizada por el silencio, temerosa de la penumbra y más temerosa al acercarse la luz.  ¿Qué puede percibir la mente sin perdón mas que la condenación?  ¿Qué puede contemplar más que la prueba de que todos sus pecados son reales?
La mente sin perdón no percibe errores,  solo culpas.  Ve al mundo con ojos ciegos y lanza un grito al contemplarse a si misma agrediendo la miserable parodia de vida que ha creado.  Quisiera vivir pero preferiría morir.  Anhela el perdón pero no ve esperanza.  Quiere acabar pero es impotente al ver culpa y pecado en todo.
La mente sin perdón se encuentra abatida, sin concebir un futuro que le ofrezca nada mas que la desesperanza.  Considera su juicio del mundo como irreversible.  Y no comprende que es ella quien se ha condenado a si misma.  Piensa que no puede cambiar pues lo que ella ve es testimonio de que su juicio es correcto.  No pregunta, porque cree saber.  No cuestiona, por estar segura de que está en lo correcto.


Un Curso de Milagros
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Si quieres cambiar tu cuerpo...

Nuestras células escuchan constantemente a nuestros pensamientos y se ven cambiadas por ellos. Un ataque de depresión puede causar desastres en el sistema inmunológico; enamorarse puede fortalecerlo. La desesperación y falta de esperanza aumenta el riesgo de sufrir ataques cardíacos o contraer un cáncer, acortando así la vida. El gozo y la satisfacción nos mantienen saludables y prolongan la vida. Esto significa que no es posible trazar con certeza la línea entre biología y psicología. El recuerdo de una tensión, que es sólo una brizna de pensamiento, libera el mismo torrente de hormonas destructivas que la tensión en sí. 
Como la mente influye sobre todas las células del cuerpo, el envejecimiento humano es fluido y cambiante; puede acelerarse, demorarse, detenerse un tiempo y hasta revertirse. Si uno se conociera tal como es, comprendería que es la fuente, el curso y la meta de toda la inteligencia fluyente.
Lo que las tradiciones religiosas del mundo llaman espíritu es la totalidad, la continuidad de la conciencia que supervisa todos los fragmentos y las piezas de la inteligencia. Son los vacíos en el conocimiento de nosotros mismos los que nos hacen víctimas de la enfermedad, el envejecimiento y la muerte. Perder la conciencia es perder inteligencia; perder inteligencia es perder el dominio sobre el producto final de ésta: el cuerpo humano. Por lo tanto, la lección más valiosa que puede enseñarnos ese nuevo paradigma es ésta: si quieres cambiar tu cuerpo, cambia primero tu conciencia.

  

Deepak Chopra
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Equilibrio y armonía necesarios

Hoy en día se descuidan el equilibrio y la armonía; sin embargo, son las bases de la sabiduría. Todo se hace en exceso. La gente se excede en el peso porque come demasiado. Los deportistas descuidan aspectos de sí mismos y de los demás por correr en exceso. La gente parece excesivamente mezquina. Se bebe demasiado, se fuma demasiado, se está demasiado de juerga (o demasiado poco), se conversa demasiado sin satisfacción, se tienen demasiadas preocupaciones. Hay demasiadas ideas en blanco o negro. Todo o nada. La naturaleza no es así.
En la naturaleza hay equilibrio. Los animales destruyen en pequeñas cantidades. Los sistemas ecológicos nunca son eliminados en masa. Las plantas consumidas vuelven a crecer. Las fuentes de sustento proveen y vuelven a reponerse. Se disfruta de la flor, se come la fruta, se preserva la raíz.
La humanidad no ha aprendido el equilibrio; mucho menos lo ha practicado. Se guía por la codicia y la ambición; se conduce por el miedo. De este modo acabará por aniquilarse. Pero la naturaleza sobrevivirá, al menos las plantas.



Brian Weiss
"Muchas vidas, muchas maestros"

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La liberación en cualquier lugar

No persigas a Buda, ni las enseñanzas, ni una comunidad. No persigas virtud, conocimiento, comprensión intelectual o cosas similares. Cuando ceses de abrigar sentimientos de confusión o de pureza, no te aferres a ese no buscar ni consideres que es lo correcto. No mores en ese punto final, ni ansíes alcanzar los cielos o sientas temor por los infiernos. Cuando la esclavitud o la libertad dejan de importarte, esto se llama la liberación de la mente y del cuerpo en cualquier lugar.


Pai-Chang
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