Cuando la decisión es fuerte

Dentro de los numerosos escritos de Nichiren Daihonin, existe uno muy conocido llamado “El general Tigre de Piedra”. Allí, el Buda relata la historia de un renombrado general de la antigua China, llamado Li Kuang. Al parecer la madre de este habría muerto tras el ataque de un feroz tigre. En cierta ocasión, Li Kuang se encuentra con el salvaje tigre y, colmado de ira por la muerte de su madre, lo atraviesa con una flecha. Al acercarse para ver a su presa, se da cuenta de que se había equivocado, y que lo que había creído un tigre era una simple roca, con una forma semejante a la del animal. Sin embargo, la flecha estaba realmente clavada en ella. Sorprendido por esa hazaña tan increíble, Li Kuang volvió realizar varios intentos de atravesar la roca con una flecha, pero jamás pudo lograrlo por segunda vez. La conclusión de la historia es que la decisión del general fue tan fuerte, que le permitió lograr lo que “racionalmente” se consideraba imposible. Pero luego, cuando fue consciente de esa realidad, o sea, cuando supo que se trataba de una roca y no, de un tigre, no logró superar la barrera de lo “racionalmente” aceptable (que una flecha de madera es incapaz de atravesar una piedra). No pudo romper con lo que generalmente se considera “sentido común”.
Hoy, si bien es poco probable que un familiar o un amigo sea devorado por un tigre (a menos que quien esté leyendo estas líneas se encuentre en alguna selva africana), sí es muy común toparse con “grandes piedras” en el camino de la vida diaria. Y lograr atravesarlas, tal como el primer flechazo de Li Kuang contra la roca, depende de una sola palabra: decisión.

 
Gustavo Enrique Böhm
Texto sobre relato tradicional Taoista
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