Todo es el Camino

¿Qué es la ignorancia? Mientras tengas una mente fluctuante, con tendencias artificiales o compulsivas, todo eso es ignorancia. Si quieres comprender el camino directamente, la mente normal es el camino. La mente normal está libre de artificiosidad: se halla más allá de lo correcto o incorrecto, el apego o el rechazo, la extinción o la permanencia, la banalidad o la santidad. Una escritura dice: «La conducta de los seres iluminados no es la misma que la de la gente común o la de los santos».
En este preciso instante, estés andando, de pie, sentado, reclinado, afrontando situaciones o tratando con la gente, todo es el camino. El camino es el reino de la realidad. A pesar de las innumerables e inconcebibles funciones existentes, ninguna está más allá del reino de la realidad. Si no fuera así, ¿cómo podríamos hablar de la enseñanza de la mente original? ¿Cómo podríamos hablar de la inagotable lámpara?
Todos los fenómenos son fenómenos mentales; todos los nombres son denominaciones mentales. Todos los fenómenos surgen de la mente; la mente es la raíz de todos los fenómenos. Una escritura dice: «Puede ser grande o pequeño, cuadrado o redondo; se manifiesta en formas visibles en concordancia con las cosas y los seres, como la Luna reflejándose en el agua. Su efusiva función no echa raíces: no agota la acción deliberada ni permanece en la no-acción. La acción deliberada es una función de la no-artificialidad; la no-artificialidad es la base de la acción deliberada.


Ma-tsu
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Cuando la decisión es fuerte

Dentro de los numerosos escritos de Nichiren Daihonin, existe uno muy conocido llamado “El general Tigre de Piedra”. Allí, el Buda relata la historia de un renombrado general de la antigua China, llamado Li Kuang. Al parecer la madre de este habría muerto tras el ataque de un feroz tigre. En cierta ocasión, Li Kuang se encuentra con el salvaje tigre y, colmado de ira por la muerte de su madre, lo atraviesa con una flecha. Al acercarse para ver a su presa, se da cuenta de que se había equivocado, y que lo que había creído un tigre era una simple roca, con una forma semejante a la del animal. Sin embargo, la flecha estaba realmente clavada en ella. Sorprendido por esa hazaña tan increíble, Li Kuang volvió realizar varios intentos de atravesar la roca con una flecha, pero jamás pudo lograrlo por segunda vez. La conclusión de la historia es que la decisión del general fue tan fuerte, que le permitió lograr lo que “racionalmente” se consideraba imposible. Pero luego, cuando fue consciente de esa realidad, o sea, cuando supo que se trataba de una roca y no, de un tigre, no logró superar la barrera de lo “racionalmente” aceptable (que una flecha de madera es incapaz de atravesar una piedra). No pudo romper con lo que generalmente se considera “sentido común”.
Hoy, si bien es poco probable que un familiar o un amigo sea devorado por un tigre (a menos que quien esté leyendo estas líneas se encuentre en alguna selva africana), sí es muy común toparse con “grandes piedras” en el camino de la vida diaria. Y lograr atravesarlas, tal como el primer flechazo de Li Kuang contra la roca, depende de una sola palabra: decisión.

 
Gustavo Enrique Böhm
Texto sobre relato tradicional Taoista
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Si nos aferramos a los deseos

Dice el proverbio hindú: "El agua se purifica fluyendo; el hombre, avanzando." El mundo está lleno de sufrimiento; la raíz del sufrimiento es el apego; la supresión del sufrimiento significa la eliminación, el abandono de los apegos.
Hay un deseo común que es el cumplimiento de lo que se cree que va a dar felicidad al yo, al ego. Ese deseo es apego, porque ponemos en él la seguridad, la certeza de la felicidad. Es el miedo el que nos hace desear la felicidad, y ella no se deja agarrar. Ella es . Esto sólo lo descubrimos observando, bien despiertos, viendo cuándo nos mueven los miedos y cuándo nuestras motivaciones son reales. Si nos aferramos a los deseos, es señal de que hay apego.

¿Abandonar los apegos significa apartarse del mundo material? La respuesta es: ¡No! Uno usa el mundo material, uno goza el mundo material, pero no debe hacer depender su felicidad del mundo material.

Uno comienza a gozar las cosas cuando está desapegado, porque el apego produce ansiedad. Si estás ansioso cuanto te aferras a algo, difícilmente podrás gozarlo. Por lo tanto, lo que te propongo no es una renuncia al goce: es una renuncia a la posesividad, a la ansiedad, a la tensión, a la depresión frente a la pérdida de algo.

¿De dónde provienen todos los conflictos? De los apegos.

¿De dónde proviene el sufrimiento? De los apegos.

¿De dónde proviene la soledad? De los apegos.

¿De dónde proviene el vacío? Tú lo sabes: el origen es el mismo.

¿De dónde provienen los temores? Del apego.


Anthony de Mello
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Perder de vista las opciones

Durante una visita a un instituto psiquiátrico, una persona le preguntó al Director del mismo qué criterio se usaba para definir si un paciente debería o no ser institucionalizado.

"Bueno," -dijo el Director-, "llenamos una bañadera, luego ofrecemos una cucharita, una taza y un balde al paciente y le pedimos que vacíe la bañadera."

-Ah, entiendo -dijo la visita- Una persona normal usaría el balde porque es más grande que la cucharita y la taza.

-No -dijo el Director- Una persona normal sacaría el tapón.

¿Quiere una habitación con o sin vista?-


Autor Desconocido
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Cuando posees lo esencial

La mente es el espejo y los fenómenos las imágenes. Cuando la mente se apega a los fenómenos, se involucra en las causas y condiciones externas, originando el nacimiento y la muerte de la mente. Cuando no se apega a los fenómenos permanece en la auténtica vacuidad de la mente.
Cuando alcanzas la no-dualidad, los términos son los mismos, en esencia no se  diferencian, aunque  tengan diferentes usos. Lo que en un estado de ignorancia se denomina consciencia, en un estado de Iluminación es llamado conocimiento; seguir el principio se denomina Iluminación, seguir las cosas se denomina ignorancia. Vivir en la ignorancia es dejar de percibir la mente original. Estar iluminado significa alcanzar la mente original. Una vez iluminado, conservas este estado para siempre, sin caer nunca más en la ignorancia. Es como cuando sale el Sol, no se mezcla con la oscuridad; cuando emerge la luz solar del conocimiento y de la sabiduría, no puede subsistir la oscuridad de las aflicciones. Cuando comprendes la mente y los objetos, las vanas ideas dejan de surgir.
Cuando las vanas ideas dejan de surgir, reconoces lo no-creado. Posees lo esencial. Ahora bien, si verdaderamente comprendes este principio, con precisión, y en lugar de fabricar acciones vives una existencia según tu destino, satisfaciendo tus mínimas necesidades estés donde estés, disciplinando tu conducta cada vez más y acumulando acciones puras, mientras puedas continuar de ese modo, ¿por qué preocuparte por no haber alcanzado todavía el conocimiento?


Ma-tsu
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