Entendiendo como funcionan las cosas

Los obstáculos son parte de este mundo. Desafortunadamente, ciertas personas pretenden progresar sin tener en cuenta esta situación. Las personas con éxito no son tan brillantes, ni tan especiales, ni tan talentosas. Sencillamente entiendes cómo funcionan las cosas, y saben que el progreso personal tiene que ocurrir en concordancia con los principios que gobiernan todo lo que existe a su alrededor. Ellos comprenden que el logro de nuestras metas se debe a que nos corregimos continuamente. Nos salimos de curso, corregimos y recuperamos la dirección correcta.
Si tienes metas claras en tu mente, tus pensamientos te ayudarán a llegar a ellas. Si no tienes metas, tus pensamientos de todas formas te llevarán hacia aquello en lo que más piensas. Tu mente te proyectará en dirección de tus pensamientos dominantes, suponiendo que tus pensamientos dominantes sean tus metas.
Redacta tus metas; a pesar de que sabemos que las listas funcionan, muy pocos de nosotros las empleamos para ordenar nuestras vidas. En el evento más importante de todos, la vida, la mayoría de la gente deambula sin tener la más mínima intención de elaborar una lista de lo que quiere y sí, en cambio, todo el tiempo se pregunta por qué nunca logra nada. Elaborar una lista no es lo único que debemos hacer, pero constituye un método y una estructura que nos ayuda para lograr lo que deseamos en la vida.
Las metas son vehículos que pueden llevarnos a lograr más de lo que ahora somos. Necesitamos metas no tanto por los resultados finales, sino porque, al perseguirlas, nos transformamos.


Andrew Matthews
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La canastilla mágica del mendigo

"El pensador crea con sus pensamientos;  ésta es una de las verdades fundamentales que tienes que entender.
Todo lo que experimentas es creación tuya.
Primero lo creas, después lo experimentas y después te quedas atrapado en la experiencia, porque no sabes que la fuente de todo... está en ti"

Un mendigo llamó a la puerta de un emperador a primera hora de la mañana.
El emperador iba a salir a dar un paseo matutino en su precioso jardín: de no ser por esta circunstancia hubiera sido difícil que el mendigo pudiera encontrarse con él.  Pero en ese momento no había ningún guardián que lo impidiera.

El emperador dijo: - ¿Qué quieres?
- Piénsatelo dos veces antes de preguntar eso! dijo el mendigo.

El emperador nunca había visto antes a un hombre tan fiero; había batallado en la guerra, había obtenido grandes victorias y había dejado claro que no había nada más poderoso que él y de repente este mendigo le dice:
"Piensa dos veces lo que dices porque puede que no seas capaz de realizar mi deseo!"

El rey dijo:
 - No te preocupes, déjalo por mi cuenta; ¡pide lo que quieras y se realizará!

- Ves este cuenco de mendigar, - dijo el mendigo -, ¡quiero que se llene! No me importa de qué, la única condición es que se llene, que esté lleno.
Aún estás a tiempo de decir que no, pero si dices que sí, estás tomando un riesgo.

El emperador se puso a reír.
 Un cuenco de mendigar.... ¿y me estás dando una advertencia?.

Le dijo a su ayudante de cámara que llenase el cuenco de diamantes para que aquel mendigo se enterase de a quién, estaba pidiendo.

El mendigo volvió a decirle:
 - Piénsalo dos veces.
Y pronto empezó a quedar claro que el mendigo tenía razón, porque en el momento en que se vertían los diamantes en el cuenco, desaparecían.

Los rumores se extendieron inmediatamente por toda la capital y miles de personas se acercaron a observar lo que pasaba.
Cuando las piedras preciosas se acabaron,  el rey dijo:
"Traed todo el oro y la plata, ¡traedlo todo! Mi reino e incluso mi integridad están amenazadas".

Pero antes de llegar la noche había desaparecido todo y sólo quedaban dos mendigos, y uno de ellos había sido emperador.

Entonces el emperador dijo:
 - Antes de pedirte perdón por no escuchar tus avisos, por favor dime el secreto de este cuenco de mendigar.

- No hay ningún secreto - dijo el mendigo.

Lo he pulido de manera que parezca un cuenco, pero es una calavera humana.

Todo lo que eches dentro de ella desaparecerá".

"La historia es tremendamente significativa. ¿Has pensado alguna vez en tu propio cuenco de mendigar?.

Todo desaparece poder, prestigio, respetabilidad, riqueza - todo desaparece y tu cuenco sigue con la boca abierta, pidiendo más.
Y ese "más" te aleja del presente. El deseo, la añoranza de otra cosa, te aleja de este momento.
Sólo hay dos tipos de personas en el mundo: la mayoría de ellas corren detrás de sombras, sus cuencos de mendigar seguirán con ellos hasta que se vayan a la tumba.
Y una pequeña minoría, uno entre un millón, que deja de correr, abandona todos los deseos y no pide nada; y de repente lo encuentra todo dentro de sí."
"El camino más difícil es el camino interior, y al menos una vez en la vida ... debemos recorrerlo"


Marco A. Guizar
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Lo que crees ser y no eres

El miedo, el odio e incluso la agresividad en sí mismos no son malos. Pero cuando te apegas a estas emociones y te identificas o te dejas llevar inconscientemente por ellas, creas sufrimiento al impedir el suministro de alimento que te ofrecen. Es imposible conectar con tu propia vulnerabilidad, compasión y dulzura cuando has quedado atrapado en odiarte a ti mismo.
Desde que naces estás condicionado a relacionarte con las cosas a través de ti mismo. Todas son cosas importantes que deben conocerse en la vida porque ayudan a crear el concepto de lo que tú crees ser. Una vez los conceptos se convierten en mí, surge la necesidad de defenderlos, porque eso es lo que crees ser. Pero esas descripciones de mí son sólo conceptos y sobreviven sólo porque te apegas a ellos. La verdad es que no son lo que eres porque estás cambiando constantemente. Si no comprendes la naturaleza temporal y fugaz de esas descripciones luchas por hacer que sean permanentes. Esa lucha es lo que causa que sea tan difícil dejar de apegarte.
Pero lo cierto es que en realidad al dejar de apegarte no pierdes nada. Abandonar esos conceptos es como eliminar algo imaginario. No puedes perderlos porque no eran realmente tuyos. No hay nada que tengas o poseas por mucho tiempo. Ni tu cuerpo siquiera te pertenece, y algún día morirá. De modo que no tiene sentido identificarte con nada o afirmar que te pertenece, porque nada -ni tu cuerpo ni la idea de quien crees ser- durará siempre.


Ronna Kabatznick
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El peso del rencor

El tema del día era El Resentimiento y el maestro nos había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico. Ya en clase elegimos una papa por cada persona a la que guardábamos resentimiento. Escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas.

El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa de papas. Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo. El fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario y como, mientras ponía mi atención en ella para no olvidarla en ningún lado, desatendía cosas que eran más importantes para mi.

Todos tenemos papas pudriéndose en nuestra "mochila" sentimental.
Este ejercicio fue una gran metáfora del precio que pagaba a diario por mantener el resentimiento por algo que ya había pasado y no podía cambiarse.
Me di cuenta que cuando hacia importantes los temas incompletos o las promesas no cumplidas me llenaba de resentimiento, aumentaba mi stress, no dormía bien y mi atención se dispersaba.
Perdonar y dejarlas ir me llenó de paz y calma, alimentando mi espíritu. La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.
El perdón es una expresión de amor. El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo. No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes. Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.
El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.
La falta de perdón te ata a las personas con el resentimiento. Te tiene encadenado. La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes. El perdón es una declaración que puedes y debes renovar a diario.
Muchas veces la persona mas importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas.
"La declaración del Perdón es la clave para liberarte".
Con qué personas estas resentido?
A quienes no puedes perdonar?
Tu eres infalible y por eso no puedes perdonar los errores ajenos?
Perdona para que puedas ser perdonado, recuerda que con la vara que mides, serás medido...
"Aliviara tu carga y estarás mas libre para moverte hacia tus objetivos".


Autor Desconocido
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Lleva el control de tus inversiones

Tus pensamientos son las causas primarias de las condiciones de tu vida.Todo lo que forma parte de tu experiencia ha comenzado con alguna forma de pensamiento, ya sea tuyo o de alguien más.
Todo lo que eres o llegues a ser, será el resultado de tu modo de pensar. Si cambias la calidad de tu pensamiento, cambiarás la calidad de tu vida. El cambio de tu experiencia exterior traerá consigo el cambio de tu experiencia interior. Recogerás lo que has sembrado. Ahora mismo lo estás haciendo.
Lo hermoso de esta ley inmutable es que incorporándola a tus esquemas mentales podrás tener un control completo de tu pensamiento, de tus sentimientos y de tus resultados. Mediante la aplicación de la ley de causa y efecto te pondrás tú mismo en armonía con la ley de control. Inmediatamente te sentirás mejor y más satisfecho contigo mismo.
Cualquier aspecto relativo al éxito o fracaso en tu vida puede ser interpretado con arreglo a esta ley básica. Si siembras las causas adecuadas, cosecharás los efectos deseados. Si tratas bien a los demás, ellos te tratarán bien a ti. Siempre sacarás de la vida lo que inviertas en ella y, da la casualidad, que eres precisamente tú quien lleva el control de las inversiones.


Brian Tracy
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¿Para qué acumulas?

Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio.  El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.

-¿Dónde están sus muebles? preguntó.

Y el sabio, rápidamente, también preguntó -¿Y dónde están los suyos...?

-¿Los míos?- se sorprendió el turista. -¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!

-Yo también... Concluyó el sabio.

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¿Te equivocas?

Los errores son la retroalimentación de nuestro desempeño. Los ganadores cometen muchos más errores que los perdedores. Por eso son ganadores. Reciben una mayor retroalimentación a medida que intentan un mayor número de posibilidades. El problema con los perdedores es que conciben los errores como sucesos desmesuradamente terribles y no aciertan a reconocerles el lado positivo.
Las personas con éxito consideran a los errores como experiencias valiosas, mientras que las personas fracasadas juzgan que las equivocaciones sólo traen frustraciones.
Aprendemos más de nuestras derrotas que de nuestras victorias. Cuando perdemos, abrimos los ojos, analizamos, nos reorganizamos, planeamos una nueva estrategia. ¡cuando ganamos, nos limitamos a celebrar y aprendemos muy poco! ¡He aquí otra razón para aceptar de buen grado los errores!
Las equivocaciones en realidad no lo son. Debemos hacernos a la idea de cometer ciertos errores de juicio y acogerlos de buen grado como parte del proceso de aprendizaje. Además, no en todo se tieneque ser férreamente estricto: es mucho más fácil vivir con unos cuantos errores. Fracasar no es vergonzoso, lo vergonzoso es no hacer el intento.


Andrew Matthews
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Ilusión de separación

¿Cuál es el mayor obstáculo para experimentar la realidad del Ser?
La identificación con su mente, que hace que el pensamiento se vuelva compulsivo. No ser capaz de dejar de pensar es una calamidad terrible, pero no nos damos cuenta de ello así que se considera normal. Este ruido mental incesante nos impide encontrar ese reino de quietud interior que es inseparable del Ser. También crea un falso ser hecho por la mente que arroja una sombra de temor y de sufrimiento.
El filósofo Descartes creía que había encontrado la verdad fundamental cuando hizo su famosa aseveración: "Pienso, luego existo". De hecho había dado expresión al error básico: equiparar pensar con Ser e identidad con pensamiento. El pensador compulsivo, lo que quiere decir casi todo el mundo, vive en un estado de separación aparente, en un mundo enfermizamente complejo de problemas y conflictos continuos, un mundo que refleja la creciente fragmentación de la mente. La iluminación es un estado de totalidad, de estar "en unión" y por lo tanto en paz. En unión con la vida en su aspecto manifestado, el mundo, así como con su ser más profundo y con la vida no manifestada, en unión con el Ser. La iluminación no es sólo el fin del sufrimiento y del conflicto continuo interior y exterior, sino también el fin de la temible esclavitud del pensamiento incesante. ¡Qué increíble liberación!
La identificación con su mente crea una pantalla opaca de conceptos, etiquetas, imágenes, palabras, juicios y definiciones que bloquea toda relación verdadera. Se interpone entre usted y su propio yo, entre usted y su prójimo, entre usted y la naturaleza, entre usted y Dios. Es esta pantalla de pensamiento la que crea la ilusión de la separación, la ilusión de que existe usted y un "otro" totalmente separado. Entonces olvida el hecho esencial de que, bajo el nivel de las apariencias físicas y de las formas separadas, usted es uno con todo lo que es. Con "olvidar" quiero decir que usted ya no puede sentir esta unidad como una realidad auto-­evidente. Puede que crea que es verdad, pero ya no sabe que es verdad. Una creencia puede ser consoladora. Sin embargo sólo a través de su propia experiencia se vuelve liberadora.
Pensar se ha vuelto una enfermedad. La enfermedad ocurre cuando las cosas se desequilibran. Por ejemplo, no hay nada malo en que las células se multipliquen y dividan en el cuerpo, pero cuando este proceso continúa sin tener en consideración el organismo total, las células proliferan y tenemos una enfermedad. Nota: la mente es un instrumento magnífico si se usa correctamente. Utilizada en forma inadecuada, sin embargo, se vuelve muy destructiva. Para decirlo en forma más exacta, no es tanto que usted la utilice inadecuadamente, generalmente usted no la utiliza en absoluto. Ella lo utiliza a usted. Esa es la enfermedad. Usted cree que usted es su mente. Ese es el engaño. El instrumento se ha apoderado de usted.


Eckhart Tolle
El Poder del Ahora 
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