El lado positivo y negativo de la Ira




La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo.
Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico.



Jorge Carvajal Posadas


El Sabio


Lo humillado será engrandecido.
Lo inclinado será enderezado.
Lo vacío será lleno.
Lo envejecido será renovado.

Al que menos tenga, más se le dará.
Al que más tenga, más le será quitado.
Lo sencillo y puro será alcanzado,
pero lo complicado y extenso causará confusión.

Por esto, el sabio abraza la unidad
y es el modelo del mundo.
Destaca porque no se exhíbe.
Brilla porque no se guarda.

Merece honores, porque no se ensalza.
Posee el mando, porque no se impone.
Nadie le combate porque él a nadie oprime.

“Si eres humilde, te conservarás resplandeciente”
dice un antiguo proverbio.
¿Quién es capaz de considerar vanas estas palabras?
Pues por esto mismo, el sabio preservará su grandeza.




Lao-Tse
El Sabio


El árbol de la felicidad


Cuentan que hace muchos, muchos años un peregrino tras caminar durante infinitas jornadas bajo el implacable sol de India deseó en su corazón poder descansar a la sombra de un árbol que le diera cobijo. Y así fue que, de pronto, divisó a lo lejos un frondoso árbol solitario en medio de la planicie.
Cubierto de sudor y tambaleándose sobre sus fatigados pies se encaminó alegremente hacia el árbol que hacia realidad su deseo. Al fin podré descansar, pensó, mientras se abría paso entre sus tupidas ramas que llegaban hasta el suelo. ¿Qué más podría desear? Tendiéndose sobre la tierra en su refugio vegetal trató de conciliar el sueño, pero el suelo estaba duro y mientras más el peregrino trataba de ignorarlo y descansar, más duro le parecía el suelo sobre el que estaba...-Si al menos tuviera una cama…, pensó.



Al momento surgió una imponente cama, con impolutas sábanas de seda, digna de un sultán. Brocados, lujosos tejidos de Samarkanda y las más suaves pieles cubrían el lecho. Y es que, sin saberlo, el peregrino había ido a sentarse bajo el mítico árbol de los deseos,aquel árbol milagroso que es capaz de convertir en realidad cualquier deseo expresado bajo sus ramas.El hombre se acostó en el mullido lecho relajándose.
-¡Oh, qué a gusto me siento, lástima del hambre que tengo! –pensó-, y ante él apareció una espléndida mesa cubierta con la más sabrosa de las comidas, con ricos y variados platos exquisitamente preparados y servidos en la más extravagante de las vajillas. Sobre las más finas telas imbricadas de hilos preciosos se mezclaban oro, plata y finísimo cristal con las más exóticas frutas y lujuriosos postres. Todas estas maravillas tomaron forma ante sus asombrados ojos. Todo aquello con lo que siempre había soñado en las solitarias noches de su largo peregrinar estaba ahora ante él.
El peregrino comía y comía con el temor de que tal prodigio desapareciera en el aire tan súbitamente como había aparecido. Pero, cuanto más comía, más comida aparecía. Y cada nuevo manjar era aún más sabroso y exquisito que el anterior. Finalmente dijo:
-Ya no puedo más y en ese mismo momento la mesa con todas sus maravillas se desvaneció en el aire.
Es maravilloso, pensó, mientras un sentimiento de felicidad le embargaba. No me moveré de aquí y seré por siempre feliz. Pero, de pronto, una idea terrible surcó su mente:
-Claro que esta planicie es famosa por sus feroces tigres. ¿Qué sucedería si un tigre me descubriese? Sería terrible morir, después de finalmente haber encontrado el árbol de la felicidad. Fue la milésima fracción de un segundo, pero bastó. Cumpliendo su deseo, en aquel momento surgió de la nada un terrible tigre que lo devoró.
Y así, el árbol de la felicidad quedó solo de nuevo, y allí sigue esperando la llegada de un ser humano de corazón completamente puro, donde no resida miedo, ni desconfianza, sino sólo responsabilidad y conocimiento.



Cuento Sufi

La mente, emisor de ondas





Mientras que la luz viaja a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo, los pensamientos viajan a una velocidad imposible de calcular en tiempo.
El pensamiento es más sutil que el éter, el medio en que se mueve la electricidad. A través de un receptor de radio puede escucharse el mensaje de una persona que se encuentra en otra ciudad. Todos los mensajes de radio se reciben a través de ondas. Del mismo modo, la mente es como un emisor de ondas. Un santo revestido de paz, equilibrio, armonía y vibraciones espirituales, emite a todo el mundo pensamientos de paz y armonía. Estos pensamientos se difunden en todas direcciones con la velocidad del rayo y penetran en las mentes de otras personas produciendo en ellas pensamientos similares de paz y armonía. Por el contrario, un hombre mundano cuya mente está llena de celos, deseos de venganza y odio, emite pensamientos discordantes que penetran en las mentes de miles de seres y provocan pensamientos similares de odio y discordia.
Si arrojamos una piedra en un estanque, producirá una sucesión de ondas concéntricas que se extenderán por todo el estanque a partir del punto afectado. De modo similar, la llama de una vela dará lugar a vibraciones etéreas que se extenderán en todas direcciones a partir de la vela misma. De esta manera también, cuando un pensamiento, bueno o malo, cruza la mente de una persona, se producen vibraciones en ‘Manas’ o la atmósfera mental, que se difunden a lo largo y a lo ancho en todas direcciones. ¿Cuál es el medio a través del cual los pensamientos pueden viajar de una mente a otra? La mejor explicación posible es que Manas, o substancia mental, llena todo el espacio, como el éter, y sirve de vehículo para los pensamientos, igual que el Prana es el vehículo para los sentimientos, igual que el éter es el vehículo para el calor, la luz y la electricidad, e igual que el aire es el vehículo para el sonido.
Con la fuerza del pensamiento se puede mover el mundo. El pensamiento tiene gran poder. Puede transmitirse de un hombre a otro. Todos estamos rodeados por un océano de pensamiento. Flotamos en un océano de pensamiento. Constantemente estamos absorbiendo ciertos pensamientos y rechazando otros. Cada uno de nosotros tiene su propio mundo mental.



Swami Sivananda
El Pensamiento y su poder

El conocimiento no es un bocado rápido


Había una vez una mujer que había oído hablar de la Fruta del Cielo y la codiciaba. Entonces le preguntó a cierto derviche, a quien llamaremos Sabar:

-“¿Cómo puedo encontrar esta fruta, para conseguir el conocimiento de forma inmediata?”

-“Harías mejor en estudiar conmigo”- dijo el derviche. “Si no lo haces, tendrás que viajar con determinación y sin descanso por todo el mundo.” La mujer lo abandonó y buscó a otro derviche, Arif el Sabio; y después encontró a Hakim, el Docto; luego a Majzub, el Loco; más tarde, a Alim, el Científico, y muchos más...

Pasó treinta años buscando, al cabo de los cuales llegó a un jardín. Allí se encontraba el Árbol del Cielo, de cuyas ramas pendía la resplandeciente Fruta del Cielo. De pie junto al Árbol estaba Sabar, el primer derviche.

-“¿Por qué cuando nos encontramos por primera vez no me dijiste que tú eras el Guardián de la Fruta del Cielo?”- le preguntó.

-“Porque en aquel momento no me habrías creído. Además, el Árbol sólo produce fruta una vez cada treinta años y treinta días.”




Idries Shah
La Sabiduría de los idiotas

La enfermedad: medio de comunicación


El que entiende a la enfermedad como un lenguaje del alma, experimenta en primer plano en su propio cuerpo, que forma y contenido pertenecen siempre juntos, o, como lo expresó Goethe: "Todo lo que es pasajero es un símbolo". La enfermedad es el aspecto formal de un contenido espiritual, o, en otras palabras: los síntomas son la encarnación de temas espirituales.
Las enfermedades son de hecho meramente alternativas formas de un lenguaje corporal especial; por cierto el más popular medio de comunicación sobre la tierra. No obstante, a pesar de ser el comunicador más popular, ese hecho es en nuestra cultura solamente entendido en forma consciente por muy pocas personas. Pero no sería demasiado difícil, concientizarnos al respecto, ya que no solamente hablan nuestros cuerpos, sino usamos además contínuamente metáforas físicas en nuestro hablar: si agarramos algo, o si lo entendemos, si algunas cosas nos ponen nervioso o si otras nos invaden la cabeza, si tomamos algo a pecho o lo sentimos como un golpe, si temblores nos corren por el cuerpo o si algo nos saca el aliento, el lenguaje es siempre psicosomatico y demuestra una conexión entre alma y cuerpo, la cual nuestra sociedad redescubre poco a poco.



Adicional a este lenguaje del cuerpo y expresados en la simple descripción de síntomas, subrayados mediante expresiones coloquiales, proverbios e imágenes, están también a nuestra disposición los hallazgos de la medicina ortodoxa, para ayudarnos a interpretar nuestros síntomas. Desde ya, la descripción formal de los procesos patológicos es correcta y de ninguna manera superflua. (No sería posible seguir la trama de una obra de teatro, si no hubiera un escenario; sin iluminación todo estaría oscuro y sin vestimenta toda la obra sería mucho menos expresiva- hasta quizás embarazosa)

De la misma forma esta visión esotérica no es dirigida de ninguna manera en contra del establishment médico, sino más bien pensada en complementarlo. Debido a eso es innecesario asumir una posición en contra de la medicina ortodoxa, la que está, por cierto, casi exclusivamente dedicada al cuerpo físico, pero en ello, y en este nivel, es incomparablemente exitosa para realizar los "trabajos de reparación".
Alguien que se molesta porque los practicantes médicos modernos no se preocupan por la persona en su totalidad, puede compararse con un visitante de una pileta cubierta en la ciudad, que se queja de falta de visión al mar, aunque esa visión nunca le fue prometida, y a pesar de tener toda la libertad de deplazarse a la costa, en cuando le plazca.
Cualquier persona que quiere ser curada, debería buscar tratamiento holístico, lo cual no descarta a la medicina ortodoxa, pero de todas formas va mucho más allá que ésta. Tanto los síntomas como las conclusiones, deben ser considerados de igual importancia, y el conjunto debe ser armado poco a poco para formar así un cuadro completo de la enfermedad, junto con sus causas.
El área u órgano afectado, enseña donde está ubicado el problema; en caso de pulmonía en el área de contacto y comunicación. Las siguientes preguntas han demostrado ser de ayuda para hacer un diagnóstico:

¿Por qué me está pasando esto a mí en este momento?
¿Qué me imposibilita hacer el síntoma?
¿Qué me fuerza a hacer?
¿Qué sentido tiene eso en ese momento en mi vida?

Cualquier combinación de síntomas es siempre única y puede ser interpretada correctamente solamente cuando se toma también en consideración la situación individual colateral. Un diagnostico solamente se hace completo, si las circunstancias personales son tomadas en cuenta, al par de los organismos afectados.



Dr. Rüdiger Dahlke
La Enfermedad como camino

Limpia tu mente y todo se limpiará




Le decían:

¿Cómo sabremos qué nos enseña el atardecer, y cómo nos enseña la mañana y cómo nos trae conocimientos cualquier circunstancia?

Y El así contestaba:

Cada cosa fuera de ti es un espejo donde te miras. Si la nube de la angustia llena el horizonte de tu corazón, verás una nube de angustia en cada corazón. Si la calma viene a sentarse en medio de tu pecho, verás que cada uno también lleva sentada la calma en su pecho. Si tu cabeza es la guarida donde se esconden pensamientos de odio, de rencor o de envidia, cuando camines por las calles y las plazas de la vida sólo verás pasar por ellas al Odio, y sentado en las bancas al Rencor, y en cada esquina a la Envidia.

Y dirás:

¡Desearía volar mas allá de esta ciudad porque está contaminada y quisiera salir de ésta casa, para sentir el campo limpio y su Pureza!

Y yo te digo:

Limpia tu mente y todo se limpiará. Limpia tu corazón y todo se limpiará.
Limpia tu cuerpo y todo estará limpio. Ignorante es aquel que, viendo lo de fuera sucio, no se da cuenta de su suciedad y dice: Me adentraré en mi corazón para limpiar mi templo, porque su altar está sucio y su luz atenuada. Ignorantes son aquellos que pretenden limpiar su templo en el templo de los demás, y todos los días y todas las noches de su existencia piensan que el mal está fuera de ellos y no en su corazón.
Mira los centzontles y mira los jilgueros y mira el cocoztli, ¿quién podría decirles: tu canto no es armónico?
Mira los sauces, y los ocotes, y los ahuehuetes ¿quién podría decirles: tu crecimiento no es armónico?. ¿Cómo entonces, podría decirse esto del hombre?
¡Cuánto aprendería un espíritu crítico si supiera que se está criticando en voz alta a sí mismo, cuando critica a alguien!
Cada cosa tiene su lugar, y cada uno tiene su camino. Sólo aquel que no lo conoce sigue los caminos de otros, hasta que al fin, encuentra el suyo.
¡Bendito el día en que lo encuentra, porque ese día ha nacido de nuevo! Sólo a partir de ese momento le dirán algo los atardeceres, le dirán algo las mañanas, y le hablarán las flores. Empezará a caminar con la Naturaleza, y su lengua será como la de los pajarillos, sus manos serán como ríos, y sus ojos serán la Vida que mira a la vida.



Caiatl Acotl
Así hablaba Quetzalcóatl