Percepción alerta




Estar atentos implica un estado extraordinario de la mente -estar atentos a cuanto les rodea, a los árboles, al pájaro que canta, al Sol que está detrás de ustedes; estar atentos a los rostros, a las sonrisas; estar atentos a la suciedad del camino, a la belleza de la tierra, a la palmera contra el cielo rojo del crepúsculo, a la onda sobre el agua-, simplemente estar atentos, sin preferencia alguna.

Escuchen a los pájaros, sin nombrarlos, no reconozcan la especie, sólo escuchen el sonido. Escuchen los movimientos del propio pensar, no los controlen, no los moldeen, no digan: "Esto es bueno, eso es malo". Simplemente, muévanse con ello. Eso es la percepción alerta, en la que no hay opción ni condena ni juicio ni comparación o interpretación; sólo observación pura. Eso hace que la mente sea altamente sensible. En el momento en que nombran, han retrocedido y la mente se embota, porque eso es lo que acostumbra hacer. En ese estado de percepción alerta hay atención, no control ni concentración. Hay atención.

O sea, escuchan a los pájaros, ven la puesta de sol, contemplan la quietud de los árboles, oyen pasar los automóviles, oyen a quien les habla; y están atentos al significado de las palabras, a sus propios pensamientos y sentimientos y al movimiento de esa atención.



J. Krshnamurti

Observa y no reacciones


La gente que encuentras regularmente, amigos, parientes, compañeros de trabajo que te molestan, gente que es particularmente incómoda de tratar, permíteles ser tus maestros. Cuando te vuelvan loco, úsalo como una prueba de tu compostura y fuerza. Da un paso atrás y observa; no reacciones. Poco a poco verás como, quizás, has dejado que otros ejercieran el poder sobre ti en el pasado porque sabían que podían pulsar en ti la tecla de reaccionar negativamente. Cuando no reaccionas eres libre; tendrás una percepción más clara de cómo manejarte mejor en situaciones personales difíciles. Tal vez lo que necesites es hacer horas de aeropuerto. Como digo en uno de mis libros, los aeropuertos son uno de los inventos más grandes del mundo moderno. Soy un gran creyente en los aeropuertos: no hay casi nada que no se pueda sanar con un poco de "aeropuerto".



Vuélvete un observador silencioso de la vida y un compasivo observador de ti mismo. No eres tus emociones o tu cuerpo, o tu personalidad y su ego. Eso es sólo una parte de lo que eres. De hecho eres una energía divina que está evolucionando, operando a través de las complejidades del cuerpo, mente y emociones, para comprenderse a sí mismo como un ángel espiritual, un espíritu eterno que está creciendo y aprendiendo, calmadamente, en la infinitud y corrientemente llamado "ser humano".



Stuart Wilde
33 Pasos para reclamar tu poder interior

Cambiar el patrón mental


Siempre que quieras cambiar un patrón de la mente que se ha convertido en un hábito duradero, la respiración es lo mejor. Todos los hábitos mentales están asociados con el patrón de respiración. Cambia el patrón de respiración y la mente cambiará inmediatamente, instantáneamente. ¡Inténtalo!
Siempre que observes que esté surgiendo en ti un juicio y que estés cayendo en un viejo hábito, exhala inmediatamente, como si estuvieras tirando el juicio con la exhalación. Exhala profundamente, jalando el estómago y, conforme sacas el aire, siente o visualiza cómo todo el juicio está siendo expelido.



Después inhala profundamente dos o tres veces. Simplemente ve qué pasa. Sentirás una frescura completa; el viejo hábito no habrá logrado tomar posesión. Comienza con la exhalación, no con la inhalación. Cuando quieras absorber algo, empieza con la inhalación; cuando quieras deshacerte de algo, comienza con la exhalación. Sólo mira la manera inmediata en que es afectada la mente. Inmediatamente verás que ésta se ha movido a otro lugar; ha llegado una nueva brisa. No te encuentras en la vieja rutina así que no repetirás el viejo hábito.



Osho
Tónico para el alma

Simplemente lo que ES


¿Por qué busca uno el placer y descarta el dolor? Porque uno piensa que el placer es más conveniente. El sufrimiento es doloroso. Usted quiere aferrarse a uno y evitar el otro. ¿Por qué? Evitar el dolor es un instinto natural. Si yo tengo un dolor de muelas, quiero evitarlo. Quiero dar un paseo que es placentero. El problema no radica en el placer y el dolor, sino en el eludir uno u otro.

La vida es ambas cosas, placer y dolor. La vida es tanto oscuridad como luz. En un día como éste hay nubes y brilla el sol; luego están el invierno y la primavera; son parte de la vida, parte de la existencia. ¿Pero por qué debemos evitar lo uno y aferramos a lo otro? ¿Por qué nos adherimos al placer y escapamos del dolor? ¿Por qué no vivir simplemente con ambos? En el momento que usted quiere eludir el dolor, el sufrimiento, comienza a inventar escapes, cita al Buddha, al Gita, Los Evangelios; va al cine o inventa creencias. El problema no se resuelve ni por el dolor ni por el placer. De modo que no se aferre al placer ni escape del dolor. ¿Qué sucede cuando se aferra al placer? Usted queda atado. Y si algo ocurre con la persona a la que está apegado, o con su propiedad, o con su opinión, usted está perdido. Entonces se supone que debe haber desapego.

No esté apegado ni desapegado; sólo mire los hechos, y cuando usted comprende los hechos, entonces no hay placer ni dolor; simplemente existe el hecho.




Krishnamurti y la educación