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Cuando no perdono

La mente sin perdón está llena de temores y no deja sitio al amor, no le deja espacio para abrir sus alas y remontarse por encima del tumulto mundano. La mente sin perdón esta triste, sin esperanza de consuelo y liberación del dolor.  Sufre y mora en el abatimiento atisbando en las tinieblas, sin poder ver pero segura de que el peligro la acecha.
La mente sin perdón es atormentada por la duda, confusa de si misma y de todo lo que ve, temerosa y agresiva, débil y balbuceante, con miedo de marchar y miedo de detenerse, con temor de estar despierta y temor de dormir, aterrorizada por los sonidos y aterrorizada por el silencio, temerosa de la penumbra y más temerosa al acercarse la luz.  ¿Qué puede percibir la mente sin perdón mas que la condenación?  ¿Qué puede contemplar más que la prueba de que todos sus pecados son reales?
La mente sin perdón no percibe errores,  solo culpas.  Ve al mundo con ojos ciegos y lanza un grito al contemplarse a si misma agrediendo la miserable parodia de vida que ha creado.  Quisiera vivir pero preferiría morir.  Anhela el perdón pero no ve esperanza.  Quiere acabar pero es impotente al ver culpa y pecado en todo.
La mente sin perdón se encuentra abatida, sin concebir un futuro que le ofrezca nada mas que la desesperanza.  Considera su juicio del mundo como irreversible.  Y no comprende que es ella quien se ha condenado a si misma.  Piensa que no puede cambiar pues lo que ella ve es testimonio de que su juicio es correcto.  No pregunta, porque cree saber.  No cuestiona, por estar segura de que está en lo correcto.


Un Curso de Milagros
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El peso del rencor

El tema del día era El Resentimiento y el maestro nos había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico. Ya en clase elegimos una papa por cada persona a la que guardábamos resentimiento. Escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas.

El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa de papas. Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo. El fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario y como, mientras ponía mi atención en ella para no olvidarla en ningún lado, desatendía cosas que eran más importantes para mi.

Todos tenemos papas pudriéndose en nuestra "mochila" sentimental.
Este ejercicio fue una gran metáfora del precio que pagaba a diario por mantener el resentimiento por algo que ya había pasado y no podía cambiarse.
Me di cuenta que cuando hacia importantes los temas incompletos o las promesas no cumplidas me llenaba de resentimiento, aumentaba mi stress, no dormía bien y mi atención se dispersaba.
Perdonar y dejarlas ir me llenó de paz y calma, alimentando mi espíritu. La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.
El perdón es una expresión de amor. El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo. No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes. Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.
El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.
La falta de perdón te ata a las personas con el resentimiento. Te tiene encadenado. La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes. El perdón es una declaración que puedes y debes renovar a diario.
Muchas veces la persona mas importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas.
"La declaración del Perdón es la clave para liberarte".
Con qué personas estas resentido?
A quienes no puedes perdonar?
Tu eres infalible y por eso no puedes perdonar los errores ajenos?
Perdona para que puedas ser perdonado, recuerda que con la vara que mides, serás medido...
"Aliviara tu carga y estarás mas libre para moverte hacia tus objetivos".


Autor Desconocido
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Cargas dañinas




Mucha gente ha escuchado la historia Zen que cuenta que dos monjes se acercaron a un río viendo que tendrían que vadearlo a pie. En la orilla estaba una mujer joven que quería cruzar también pero no quería que su largo vestido se mojara. Entonces le pidió a los monjes que la cruzaran. Uno de ellos se enoja y se niega. El otro no dice nada, toma a la mujer sobre sus hombros y la cruza. Cuando continuaron el viaje, el monje que se había negado se queja con su compañero.

-"¿Cómo pudiste hacer eso? ¿Cómo te haz mezclado con una mujer? El otro le responde.

-"Todavía estás con ella? Yo la dejé en el río".

Todo el mundo está llevando personas, gorilas de dos toneladas, elefantes, y sabe Dios a quienes más sobre sus hombros.
Tenemos que aprender cuando y como llevar las cargas. Las cargas son los rencores, los malos sentimientos y resentimientos que resultan de los conflictos, especialmente cuando el conflicto se pierde. Los conflictos no terminan cuando el último golpe se ha dado. Incluso antes de que la guerra termine, ya se está proyectando la próxima campaña, la más grande y más fuerte.
Perdonar significa soltar a los adversarios en el conflicto, ya sea física como mentalmente.



Dona Witten
Akong Tulku Rinpoche
Surviving External Pressures